domingo, 21 de mayo de 2017

Práctica 9

Medio millón de docentes muertos, según las últimas estadísticas. El mundo, un nicho gigantesco que va engullendo lo que queda de nuestro saber, se difumina el recuerdo y ya no queda nada. Los dedicados a las lenguas fueron requeridos, y olvidados, de inmediato. Tras ellos, fueron a caer los de Física, Química, Biología y Matemáticas, no ofrecían nada de interés. Poco sirvió a los de Educación Física el correr, una mirada hacia atrás, y el pasado se fue sin parar un punto. Los recién nacidos no llegaron a experimentarse a sí mismos, los nonatos a llorar, los enfermos a fenecer en las soledades de una sala de urgencias. Todo terminó un mismo día, en un instante, ricos y pobres comprendieron que solo existe un modo de afrontar la vida: desaparecer, quizá con la esperanza de renacer en otro espacio, en otras condiciones. Tremenda situación para que un profesor espere encontrar aquí consejos para afrontar su próxima clase, como ha venido haciendo durante tantos años. Solo me queda decirle que abandone toda esperanza, no habrá piedad para nadie. Desde la invasión, medio millón, ¿y mañana? ¿Qué será de nosotros? 

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