Actividad 1
- · TICs que utilizo:
1. Ordenador portátil, móvil y tablet. Son los hardware que utilizo normalmente tanto para
trabajar como en mi vida diaria.
2.
Youtube.
Es una de las plataformas que, en mi opinión, más utilidades tiene en el aula.
En mi caso, me parece conveniente su empleo para reproducir recitales poéticos
de poetas, académicos o actores especializados.
3.
PowerPoint.
Útil como material de apoyo visual que acompaña durante las explicaciones del
profesor. También sirve para ofrecer textos a la clase o proponer actividades.
4.
Microsoft Word.
Resulta imprescindible en cualquier asignatura en la que se trabaje con textos.
5.
Drae.
Es una herramienta muy útil para resolver dudas. Ofrece definiciones certeras
de forma rápida y eficaz.
6.
Google imágenes.
Conveniente para complementar definiciones o ilustrar algunos conceptos que se
estén comentando en el aula.
7.
Biblioteca Virtual Cervantes. Sirve como fuente bibliográfica, tanto para el
profesor como para los estudiantes.
8.
Dialnet.
Como en el caso anterior, una fuente bibliográfica interesante.
9.
Correo electrónico. Es una de las herramientas más empleadas para
mantener la comunicación, no solo con los estudiantes u otros compañeros de
trabajo, sino también en el ámbito personal.
10. Skype. Se utiliza sobre todo para conversar con amigos y
familiares, pero también se puede utilizar con estudiantes en circunstancias
especiales.
Actividad
opcional
- · Autobiografía lectora:
Durante la ESO no me interesó la literatura. Leí los
libros que mandaban por obligación. Recuerdo que me mandaron El príncipe de la niebla y que empecé a
leerlo unos pocos días antes del examen. Leí más de dos tercios del libro antes
de que tuviese lugar el examen. Solo me quedaba el final, no obstante, tras la
prueba, perdí todo el interés por la aventura, así que nunca llegué a
terminarlo. No es que me disgustase su lectura, sin embargo, tenía a mi
disposición otros estímulos que consideraba de mayor interés. Hube de llegar a
bachiller para leer algunos libros por iniciativa propia. Durante el verano
después del primer curso, leí La odiosea
sin adaptar entendiéndola solo parcialmente, hecho que no imposibilitó que
siguiese el hilo de la historia principal. Habíamos estudiado y reflexionado
sobre la obra en la asignatura dedicada al estudio del griego clásico, lo que
me animó a emprender la lectura. Después, ese mismo verano, leí El código Da Vinci. Era uno de los pocos
libros que había en casa, motivo que condicionó la elección del título. Para
rematar la faena, durante el último curso del bachiller, le pedí a mi madre que
me comprase la trilogía El señor de los
anillos, más por influencia de los videojuegos que de las películas.
Como
queda dicho, mi andadura por los derroteros de la literatura tuvo un comienzo
tardío. Ahora bien, fui consumidor de historias de ficción desde la infancia.
Las experiencias audiovisuales y los cómics tuvieron más peso en mi formación
como lector literario. Desde muy pequeño leía números de Mortadelo y Filemón,
algunos de Marvel y dibujos japoneses. En cuanto a películas, veía casi todas
las de dibujos que estrenaban, e incluso otras para adultos. Me gustaba
especialmente la saga Star Wars,
tenía los VHS en casa. Por otro lado, también jugué a muchos videojuegos. A lo
largo de mi vida he tenido muchas videoconsolas. Entre ellas podría destacar la
Game Boy Color, PS2 y PS3. Además, jugué a algunos juegos de mesa de cierta
complejidad, como Magic. Por lo general, se podría decir que todos estos
elementos eran modas que se daban en los colegios. Yo intentaba seguirlas
todas, diría que con bastante éxito. La motivación principal que me arrastraba
a dichas actividades era la imitación, hacer lo que hacían el resto de chicos de
mi misma edad.
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