domingo, 19 de marzo de 2017

Práctica 1 (10 TIC) y práctica optativa 2 (autobiografía)

Actividad 1

  • ·         TICs que utilizo:


1.    Ordenador portátil, móvil y tablet. Son los hardware que utilizo normalmente tanto para trabajar como en mi vida diaria.

2.      Youtube. Es una de las plataformas que, en mi opinión, más utilidades tiene en el aula. En mi caso, me parece conveniente su empleo para reproducir recitales poéticos de poetas, académicos o actores especializados.

3.      PowerPoint. Útil como material de apoyo visual que acompaña durante las explicaciones del profesor. También sirve para ofrecer textos a la clase o proponer actividades.

4.      Microsoft Word. Resulta imprescindible en cualquier asignatura en la que se trabaje con textos.

5.      Drae. Es una herramienta muy útil para resolver dudas. Ofrece definiciones certeras de forma rápida y eficaz.

6.      Google imágenes. Conveniente para complementar definiciones o ilustrar algunos conceptos que se estén comentando en el aula.

7.      Biblioteca Virtual Cervantes. Sirve como fuente bibliográfica, tanto para el profesor como para los estudiantes.

8.      Dialnet. Como en el caso anterior, una fuente bibliográfica interesante.

9.      Correo electrónico. Es una de las herramientas más empleadas para mantener la comunicación, no solo con los estudiantes u otros compañeros de trabajo, sino también en el ámbito personal.

10.  Skype. Se utiliza sobre todo para conversar con amigos y familiares, pero también se puede utilizar con estudiantes en circunstancias especiales.

Actividad opcional

  • ·         Autobiografía lectora:


Durante la ESO no me interesó la literatura. Leí los libros que mandaban por obligación. Recuerdo que me mandaron El príncipe de la niebla y que empecé a leerlo unos pocos días antes del examen. Leí más de dos tercios del libro antes de que tuviese lugar el examen. Solo me quedaba el final, no obstante, tras la prueba, perdí todo el interés por la aventura, así que nunca llegué a terminarlo. No es que me disgustase su lectura, sin embargo, tenía a mi disposición otros estímulos que consideraba de mayor interés. Hube de llegar a bachiller para leer algunos libros por iniciativa propia. Durante el verano después del primer curso, leí La odiosea sin adaptar entendiéndola solo parcialmente, hecho que no imposibilitó que siguiese el hilo de la historia principal. Habíamos estudiado y reflexionado sobre la obra en la asignatura dedicada al estudio del griego clásico, lo que me animó a emprender la lectura. Después, ese mismo verano, leí El código Da Vinci. Era uno de los pocos libros que había en casa, motivo que condicionó la elección del título. Para rematar la faena, durante el último curso del bachiller, le pedí a mi madre que me comprase la trilogía El señor de los anillos, más por influencia de los videojuegos que de las películas.


            Como queda dicho, mi andadura por los derroteros de la literatura tuvo un comienzo tardío. Ahora bien, fui consumidor de historias de ficción desde la infancia. Las experiencias audiovisuales y los cómics tuvieron más peso en mi formación como lector literario. Desde muy pequeño leía números de Mortadelo y Filemón, algunos de Marvel y dibujos japoneses. En cuanto a películas, veía casi todas las de dibujos que estrenaban, e incluso otras para adultos. Me gustaba especialmente la saga Star Wars, tenía los VHS en casa. Por otro lado, también jugué a muchos videojuegos. A lo largo de mi vida he tenido muchas videoconsolas. Entre ellas podría destacar la Game Boy Color, PS2 y PS3. Además, jugué a algunos juegos de mesa de cierta complejidad, como Magic. Por lo general, se podría decir que todos estos elementos eran modas que se daban en los colegios. Yo intentaba seguirlas todas, diría que con bastante éxito. La motivación principal que me arrastraba a dichas actividades era la imitación, hacer lo que hacían el resto de chicos de mi misma edad. 

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